Ir al contenido principal

¿Por qué debemos responder a nuestros seguidores?



El título de este post parece casi innecesario, pero se hace fundamental cuando la comunicación no termina de darse porque la emulación de la misma a través de las redes sociales se realiza con muchos riesgos desde el que emite, y cuestionamientos muy duros desde el que responde.

Parto de mi idea de que el acto de la comunicación en las redes sociales es emulado. Porque no existen todos los factores necesarios para considerarlo un acto comunicativo real. El hecho de que podamos programar, reservarnos nuestra identidad y responder en nombre de otro (una empresa) son suficientes pruebas de esto que aseguro.

Como nos dejó claro la teoría de Shannon y Weaver sobre el proceso de emulación de la comunicación humana, debemos insistir en hacer "lo más creíble" el proceso para esconder el aparataje que la hace posible,

El aparataje va desde los bits, hasta la empresa, la relación community y empleador. Todo eso debe quedar oculto para que los seguidores sientan que están hablando con las marcas, sobre las marcas.

¿Qué pasa cuando el aparataje queda al descubierto? que hemos hecho mal el trabajo, ni más ni menos.

Subir una foto sin dar créditos a sus dueños es hacer visible el aparataje, y no responder ante los cuestionamientos de los usuarios por la fotografía y el plagio, es volver a incurrir en el mismo error.

Tenemos que ser conscientes de que nuestros seguidores quieren ser atendidos, quieren conversar, y leer a un ser humano detrás de una marca dando respuesta a sus preguntas, comentarios y, por supuesto, quejas.

Como se trata normalmente de una estructura empresarial la que debe responder, es importante tener diseñado un plan de reacción en comunicaciones para responder ante situaciones como las descritas.

La foto es un ejemplo de lo que venimos comentando, de un error de un diario de circulación venezolano que en su cuenta en Instagram cometió el desliz del cual venimos dialogando.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La relativización de la verdad en la era digital, y la difuminación del concepto de ciudadanía

Cuadro de Édouard Debat-Ponsan - Nec mergitur o La Vérité sortant du puits (1898), reproduciendo el mito de Veritas. Para los antiguos romanos, Veritas ("verdad" en latín) era el nombre propio de la diosa, hija de Saturno (el dios del tiempo), y madre de Virtus (la "virtud"). En su explícita cosmología, nos dejaban claro que, la verdad está vinculada al tiempo, y que sólo ella puede engendrar algo virtuoso. Este concepto, el de virtuoso, es tan opaco hoy en día, que muy pocas personas podrían definirlo sin ir al diccionario, y es que algo virtuoso es aquello que tiene la capacidad de producir un determinado efecto positivo. Pero si aún nos queda duda en la relación que hacían sobre la importancia de la verdad, el mito de la diosa, recopilado por Asunción Calvo Ojeda, nos cuenta que: Un noble enmascarado, y un clérigo engañaban al pueblo, esto llegó oído de Veritas que no dudó en anunciarlo al pueblo. Al salir del pozo donde habitaba, el noble y el clérigo intentaron

La era digital y la soledad (I)

Foto: cottonbro studio "La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente". Carmen Martín Gaite (1925-2000) Novelista española Sirva este primer post para abordar un tema que, se presenta tan complejo como profundo, necesitará seguramente varias entregas, en la medida en que avanzamos en su análisis. Ya en este blog hemos hablado sobre el efecto de ilusión o espejismo que logra provocar en el ser humano (usuario) el uso de la tecnología de la información y la comunicación, y en algún momento hemos dibujado a lo largo de varios post los efectos y las consecuencias de la nueva convivencia con las redes sociales digitales      Pero hoy, y luego de tener la visita en Tenerife de Julio Gilbert Quero, presidente y fundador de la Asociación Iberoamericana de Bancos de Tiempo, también fundador y miembro de la Junta Directiva del Instituto de Moneda Social, con sede en Barcelona. Y uno de los mayores expertos mundiales en Bancos

La Web 1.0: Donde todo esto empezó

  Capturas de portales en Geocities realizadas por Olia Lialina  y Dragan Espenschied’s en su Tumblr ‘One Terabyte of Kilobyte Age’. Hace millones de años estábamos frotando los ceros y los unos para hacer fuego, bueno, no era tan así y támpoco fue hace tanto tiempo. Realmente, estamos a meses de celebrar los 20 años de lo que conocimos como "el gran salto" o la revolución dentro de Internet.  Recuerdo aquellos días del año 2004, ya se escuchaba el ruido de una nueva Web, una mujer que trabaja en el sector del diseño para Internet en 1999, Darcy DiNucci había aparecido como una especie de profeta, a decirnos que otra Web venía en camino, muy pocos le tomamos la palabra en serio. ¿Otra Web?, si no teníamos tiempo para atender los requerimientos de la 1.0, ¿Cómo íbamos a saltar a otra versión?, 5 años después lo anunciaba  Tim O'Reilly, la Web 2.0 estaba ya aquí.  Recuerdo estar en la oficina de un gran medio de comunicación tradicional felices lanzando líneas de comando so